en el café
- no, sí, te digo que el pibe siguió insistiéndome con eso de que él no la había matado, que había sido un viaje de ella... se ve que tenía un pedo en la cabeza la minuza ésta que según el flaquito me dijo que no se falopeaba ni nada, y entró a contarme sobre la piba... y su alcoholismo... no entendí muy bien, pero el pendejo estaba nervioso, viste, y yo lo miraba con mi peor mirada... lo intimidaba, te cagabas de la risa de escucharlo contar cómo la trató de frenar y de la mirada que tenía mientras lo contaba... igual todavía no entiendo cómo no me descostillé cuando me dijo que la pibita estaba tratando de volar, ¡¿a quién se le ocurre una historia así?! el flaco tenía mucha imaginación en el tomate, lástima que no lo pueda usar más...
- ...?
- y claro, lo cagué a bifes nomás, y ahora sigue en coma, y eso que ya hacen meses, eh... igual mi jefe hizo un muy buen trabajo cuando se ocupó de encubrirme diciendo que había llegado golpeado a la comisaría.
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