VIAJE BREVE AL PAÍS DE LAS SONRISAS CORTAS II
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No es hambre de pan, de bife o de mante-
quilla, lo que hace al proletario sino su
despersonalización, su enajenación, su descolo-
ración, su vuelta al estado insípido, incoloro
(inopinado desjuiciamiento o en buen cristiano,
pérdida de la condición de ser humano).
Con arreglo o desarreglo a lo anterior, los
funcionarios de las Naciones Unidas han caído
en la proletariedad y como tales y en la apli-
cación del conocido lema, deben unirse, unirse
para hacer de la secretaría algo vivo y no
un amargo instrumento de la estupidez de
turno.
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