de vij

viernes, noviembre 13

1

No se
me importa un pito
que las mujeres tengan los senos como magnolias
o como pasas de higo;
un cutis de durazno
o papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz
de soportarles una nariz
que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí!
-y en esto soy irreductible-
no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar

¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

4 comentarios:

  1. "Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
    para que los espejos, al mirarte,
    se suiciden de repugnancia;
    que tu único entretenimiento consista en instalarte
    en la sala de espera de los dentistas,
    disfrazado de cocodrilo,
    y que te enamores, tan locamente,
    de una caja de hierro,
    que no puedas dejar, ni por un solo instante,
    de lamerle la cerradura."


    Mentira, en realidad te quiero tanto...

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  2. fuaa sos re vblogger vos.aguante viejasloo olusi

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